Desde hace unos cuantos años, es cada vez más frecuente que compremos productos en tiendas on-line.

De forma recurrente, los trabajadores hacen constar la dirección de la empresa donde trabajan para asegurarse de la recepción de su compra, conducta permitida por la mayoría de empresas.

Lo que parece una situación inofensiva o simple, realmente, no lo es tanto ya que puede tener consecuencias legales negativas para las empresas.

El trabajador recoge el paquete, lo abre, se lleva la compra y es normalmente el servicio de limpieza de la empresa el que se encarga de tirar el envoltorio a la basura y, es aquí, donde viene el problema, ya que ese paquete incluye datos personales del trabajador, nombre, teléfono o dirección de correo electrónico.

Si el paquete no es desechado correctamente, según las ordenanzas de cada municipio, puede tener dos consecuencias negativas, una para el trabajador y otra para la empresa.

Respecto al trabajador, si la administración pública consigue identificarlo, puede sancionarlo.

Para la empresa, puede darse dos consecuencias negativas:

  1. Si el trabajador consigue acreditar que no fue él quién se deshizo del paquete, si no la empresa, la administración pública trasladará la responsabilidad a ésta y le impondrá la multa.
  2. La empresa podría enfrentarse a sanciones graves como consecuencia de la aplicación del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), ya que si no se garantiza la correcta destrucción del envoltorio los datos personales son expuestos. Las multas pueden llegar hasta los 20 millones de euros o el 4% de la facturación anual global si este último importe es superior.

Por ello, las empresas deben adoptar medidas para evitar riesgos innecesarios.

Evidentemente, la opción más sencilla sería prohibir a los trabajadores recibir paquetes personales en la empresa, lo que parece complicado en la actualidad.

No obstante, caben adoptar medidas que protejan a la empresa, como, por ejemplo:

  • Establecer normas sobre el uso de la dirección de la empresa.
  • Formar a los trabajadores sobre la correcta separación y reciclaje de residuos especialmente cuando contengan datos sensibles.
  • Antes de desechar un paquete, el trabajador que lo ha recibido debe eliminar cualquier etiqueta que contenga datos personales.