La ley no establece de forma clara qué reparaciones corresponden a propietario y a inquilino.
En efecto, la ambigüedad de la ley genera multitud de disputas, muchas de las cuales derivan en pleitos cuyo objeto es determinar quién debe pagar una determinada reparación.
La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) establece de forma muy genérica que:
- PROPIETARIO: Tiene la obligación de realizar todas aquellas reparaciones necesarias para conservar la vivienda en las condiciones de habitabilidad para servir al uso convenido.
- INQUILINO: Tiene que asumir las pequeñas reparaciones que provoque el desgaste del uso de la vivienda y también aquellos daños que él mismo haya causado.
¿Qué debe asumir el propietario?
Los arreglos indispensables para conservar la vivienda en condiciones de habitabilidad, esto es:
- La instalación eléctrica
- La instalación del agua
- La instalación del gas o calefacción
- Obras de conservación del techo, paredes o suelo.
- Reparación de humedades derivadas de defectos del edificio.
¿Qué debe asumir el inquilino?
Las pequeñas reparaciones a las que se refiere la ley se pueden concretar en arreglos puntuales en:
- Grifos
- Puertas
- Ventanas
- Enchufes o interruptores
¿Qué pasa con los electrodomésticos?
- Paga el propietario: Cuando la avería del aparato requiere su sustitución.
- Paga el inquilino: Las pequeñas averías que no sean de muy elevada cuantía.
¿Y las mejoras?
Cuando hablamos de mejoras nos referimos a obras que no son estrictamente necesarias, esto es, no se trata de obras de conservación. En este caso es el propietario quien las asume ya que, evidentemente, se quedarán en beneficio de la propiedad más allá de la extinción del contrato de arrendamiento.
Evidentemente, en caso de que en el contrato de arrendamiento se haya establecido de forma expresa quién asume cada reparación, prevalecerá lo estipulado contractualmente. Por ello, lo más recomendable es confeccionar un contrato de arrendamiento en el que se regulen con claridad estas cuestiones, de esta forma se evitarán muchos pleitos innecesarios.
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