En tiempo de crisis, un imprevisto en nuestro edificio puede suponer un gasto importante.

Rehabilitar la fachada, instalar un ascensor, arreglar elementos comunes… la convivencia vecinal se puede ver interrumpida por cualquiera de los anteriores motivos, teniendo como desenlace una derrama y su consecuencia: un gasto.

La morosidad vecinal es uno de los grandes problemas de las comunidades de vecinos. Tener que hacer frente a una derrama es un gasto que ningún vecino desea pero que cuando se presenta no se puede eludir. Tanto la comunidad como los vecinos están obligados a cumplir con la Ley de Propiedad Horizontal, encargada de regular este asunto.

En primer lugar, habrá que considerar si lo que motiva la derrama entra dentro de la cobertura del seguro que toda comunidad debe tener. Además, es recomendable que cada propietario disponga de un seguro de hogar, en el que se incluya tanto el contenido como el continente.

¿Qué derramas son las más comunes?

Siguiendo la Ley de Propiedad Horizontal, existen derramas que no son posibles evitar y cuyo pago debe asumirse:

  • Obras para el mantenimiento del inmueble. Todos los propietarios están obligados al pago de la derrama que sirva para realizar en el inmueble obras de mantenimiento que le afecte en términos de seguridad, habitabilidad, etc. Se trata de obras estrictamente necesarias y que deberían ser aprobadas por la junta vecinal.
  • Obras para eliminar barreras arquitectónicas o para instalar ascensores. Se entiende como necesario la eliminación de cualquier elemento que impida el acceso al inmueble para aquellas personas con minusvalía física o mayores de 70 años. Es común aprobar derramas para instalar sillas elevadoras, rampas o ascensores, aunque el acuerdo suponga la modificación del título constitutivo y de los estatutos. Desde 2015, en Catalunya es suficiente con la mayoría simple de los propietarios que participen en cada votación para instalar un ascensor en la finca.
  • Obras de mejora del edificio. Esta derrama suele ser también frecuente, ya que el paso del tiempo deteriora determinados elementos del inmueble, por lo que es necesario realizar trabajos de mejora.

¿Y si lo que reformo es mi casa?

Deberemos verificar que nuestro seguro cubre el desperfecto que se ha producido en el hogar. Si no es desperfecto sino reforma, habrá que tener en cuenta una serie de consideraciones:

  1. Poner en conocimiento de la comunidad la intención de realizar una reforma, en caso de que ésta sea importante, sin que la misma comporte reducir la seguridad de la vivienda ni alterar su estructura.
  2. Respetar las horas de descanso de los vecinos y no perjudicar en ningún caso los derechos del resto de propietarios de la comunidad.